En nuestra vida diaria,
todos los seres humanos tenemos que enfrentarnos a infinidad de problemas. Para
resolverlos razonamos, recabando previamente información de los
distintos saberes y las distintas ciencias que componen el conocimiento humano.
Así, para resolver problemas matemáticos usamos de las matemáticas, para
resolver problemas económicos de la economía y así sucesivamente.
Hay una clase de
problemas especiales; son los problemas morales. Problemas morales
son los problemas que se nos plantean acerca de nuestras costumbres, nuestras actitudes, nuestros proyectos o nuestras acciones. Son problemas del tipo: ¿debería esforzarme por leer más? ¿Tendría que ser más
desconfiado? ¿En qué quiero trabajar?, o ¿es lícito mentir para
ayudar a un amigo?
Hay infinidad de
problemas morales. Algunos son tan habituales que nos abordan prácticamente
cada día y los zanjamos de una forma casi automática. En cambio, otros se nos
presentan una sola vez en la vida. Algunos son relativamente simples y no
presentan mucha dificultad para resolverlos, en tanto que otros son tan
difíciles que se tarda muchísimo tiempo en tomar una decisión, o no se toma
nunca.